lunes, 7 de noviembre de 2016

A DONDE VA EL PRI?

 Sobre la orfandad del PRI y la sucesión presidencial ...

                                                                 


                                                                                                             
A partir de la toma de posesión de Carlos Joaquín como gobernador del Estado, el PRI en Quintana Roo se quedó huérfano, sin el padre que tradicionalmente le daba la línea a seguir, descontrolando a los priistas.

Y tal como va la cosa, a nivel nacional también se podría quedar huérfano en el 2018, pues hasta ahora todo apunta a que el PRI perderá la elección para la presidencia de la Republica, a menos que el presidente Peña Nieto logre cambiar en su favor, la mala opinión que tiene en contra.

Como se ve al presidente Peña Nieto en el extranjero?
De una evaluación hecha por expertos, a su gobierno, destaca lo siguiente:

- Se le reconocen como fundamentales las reformas legales realizadas en las materias de energía, telecomunicaciones, educación y banca, pero se anota que la implementación ha tenido problemas, especialmente en la educación.
- Se considera que deberá hacer un esfuerzo por impulsar la economía para superar los estancamientos que ha tenido.
- Se apunta que deberá impulsar el crecimiento económico y crear empleos, para lo que recomiendan aumentar las exportaciones.
- La lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado, así como la inseguridad, siguen siendo graves problema que merecen atención.
- La corrupción es un tema preocupante.
- La cohesión interna del PRI como partido gobernante estará a prueba en las próximas elecciones federales porque se enfrentara a una oposición fuerte e intensa.

Además de lo anterior, recientemente se dio a conocer en los Estados Unidos, que al presidente Peña Nieto le atribuyen en estos momentos aproximadamente un 30 por ciento de popularidad, lo que quiere decir que tiene un 70 por ciento de rechazo.

La situación del gobierno federal arrastra negativamente al PRI.

Ese panorama representa un serio problema para el PRI que, de mantenerse esa situación, ni con el mejor gallo ganaría la elección presidencial. Muy duro trabajo tienen, tanto el presidente Peña Nieto, como el presidente del Comité Nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, y sus Comités Estatales.

Hay que recordar que cuando se dio la elección para relevar a Zedillo, este tenía un 60 por ciento de rechazo popular y como era natural y, como él deseaba, el PRI perdió, porque además, Zedillo no puso un solo dedo para apoyar al partido que lo llevo al poder, aunque Peña Nieto si lo está haciendo.

De ser en estas fechas la elección presidencial, la bolita quedaría en los candidatos de tres partidos: el PAN, el PRD y Morena.

Al PAN podría afectarle la imagen negativa creada por la terrible administración del presidente Felipe Calderón, que dejo un enorme saldo de muertos y desaparecidos, con el país sumido en una inseguridad pública como nunca se había visto en el México moderno. Al PRD no se le ve gallo con espolones por ahora y, respecto a Morena, desde mi modesta opinión, Andrés Manuel López Obrador es el enemigo a vencer.

Si fueran a la contienda solos cada uno de esos tres partidos, más sus aliados, podrían pasar dos cosas:
- Que López Obrador ganara la elección.
- Que le hicieran el caldo gordo al PRI, el cuál podría ganar con su voto duro al dividirse el voto anti-PRI-gobierno entre los partidos de oposición, lo que por el rechazo popular se ve difícil.

Tienen algo de tiempo el PAN y el PRD para preparar a sus posibles candidatos, pero desde mi punto de vista, una coalición de ambos partidos, como la que se dio en Quintana Roo, con un buen candidato, le daría la batalla a López Obrador y al PRI.

Esa es solo especulación de mi parte, pero lo que sí es real es que, los saldos negativos dejados por Roberto Borge y la mala imagen del gobierno federal, repercutirán negativamente en el PRI del Estado, cuyos integrantes ven llover y no sacan el paraguas y, por el contrario, están haciendo esfuerzos por lograr una mayor división con actitudes autodestructivas.

A principios de octubre pasado el exgobernador Joaquín Hendricks, como Secretario Técnico del PRI, declaro que Raymundo King estaba muy desgastado y que debería ser relevado. Suena fuera de lugar que como solución por la derrota del PRI en el Estado, Hendricks enjuicio y condeno a Raymundo King, dando a entender que él tenía la culpa de haber perdido y que si lo quitaban del cargo se resolvía el problema.

Esa solución tan simplista, totalmente errónea y de mala fe, la echo por tierra el presidente del Comité Ejecutivo nacional de PRI, Enrique Ochoa Reza, quien en su reciente visita confirmo a Raymundo King, lo que deja claro que Hendricks debe tener razones personales y/o de grupo para tumbar del caballo a Raymundo y apropiarse del PRI.

El interés de Hendricks en el control del PRI en el Estado -y de otros políticos que pretenden permanecer ocultos- va hacia las posiciones políticas futuras, mencionando algunos a Hendricks como posible candidato a senador.

Mala decisión seria, pues Hendricks no se distingue como buen político, su administración estuvo marcada por el rechazo de la sociedad y cabe mencionar una anécdota que me tocó vivir durante su campaña a gobernador que estuvo a punto de perderse.

Hendricks y su campaña sin respaldo popular.

Me encontraba yo muy preocupado porque en los medios de comunicación la PGR estaba filtrando información que me involucraba con el narcotráfico y los narcotraficantes, y el Procurador Jorge Madrazo Cuellar se negaba a proporcionarme la información sobre las acusaciones que pedía yo para aclararlas, porque la ley le obligaba a ello y, de habérmela dado, en esos momentos hubiera sido relativamente fácil demostrar la falsedad de ellas. 

Por otro lado, se decía que me estaba yo escudando en mi fuero como gobernador para no ser detenido, por lo que decidí renunciar (pedir licencia), y fui a ver al Secretario de Gobernación Francisco Labastida, para correrles la atención, pidiéndole que le informara al presidente que pediría licencia al Congreso del Estado con el fin de dedicarme como simple ciudadano a mi defensa.

Al otro día me llamo Labastida pidiéndome que fuera a verlo. Ya en su despacho, me dijo que el presidente me pedía que no renunciara porque estaba muy preocupado pues la campaña de Joaquín Hendricks no solo no levantaba, sino que estaba a punto de perderse y, como sabían que yo tenía control político en el Estado, el presidente Zedillo me pedía que me hiciera cargo de la campaña, quedando claro que me darían la información que solicitaba.

Acepte el trato y enseguida hubo una reunión en la sala de juntas del Subsecretario de Gobernación Diodoro Carrasco, asistiendo personal de la Secretaría de Gobernación, un asesor del presidente Zedillo en asuntos políticos, y representantes del Comité Ejecutivo Nacional del PRI y del Centro de Investigación y Seguridad nacional (CISEN).

Las cifras que expusieron eran preocupantes y me comprometí a resolver el problema pues así evitaría ir a la cárcel. Me dedique de lleno a la campaña, a convencer a la gente ayudado por las y los lideres, y la elección la gano el PRI sin mayor problema, dentro de la legalidad.

Sobre ello hice un informe escrito para el presidente Zedillo, que Joaquín Hendricks firmo de conformidad, le lleve una copia a Labastida y le entregue otra a Liebano Saenz, Secretario Particular del Presidente, porque para variar, este se negó a recibirme, pero no solo eso, sino que tampoco cumplió el compromiso de que se me diera la información sobre las acusaciones, y el Procurador Madrazo cerró la puerta diciéndole al Subsecretario de Gobernación, Jesús Murillo Karam, que mi asunto solo lo trataba con el presidente.

También me viene a la mente el recuerdo cuando se perdió el D.F. con el PRD. Siendo yo priista de hueso colorado (era, porque ya no tengo partido) me fui a ver al presidente Zedillo y le presente un análisis de la situación del PRI proponiéndole varias acciones para rescatarlo. Entre otras sugerencias, le dije que no tenía caso tratar de justificar la pérdida del D.F cambiando al presidente del Comité Nacional del PRI.

Me escucho con mucha atención, me dijo que le parecía bien lo que le expuse, pero no tomo en cuenta ninguna de mis sugerencias, y a la semana cambiaron al presidente del PRI, poniendo a José Antonio González ...  y de que valió?

El problema no era el presidente del PRI, sino la impopularidad de Zedillo, los abusos en el poder, con la corrupción de los gobernantes priistas, y la falta de democracia en el partido, por lo que el PRI siguió a la baja, González Fernández expuso públicamente sus quejas por falta de apoyo, y se perdió la elección presidencial, para beneplácito de Zedillo porque con ello, más la pérdida del PRI en el Distrito federal, se ganó a nivel internacional el título de "El Democratizador de México".

Actitud divisionista la de Hendricks, que está confirmando al PRI como un partido autodestructivo que tiende a la división, cuyas primeras muestras se dieron cuando prácticamente corrieron del partido a Carlos Joaquín, porque no se fue por su gusto, sino porque la cúpula priista y el gobernador Roberto Borge lo obligaron, ...pero les salió el tiro por la culata, porque Carlos Joaquín llego a la gubernatura, llevándose con él a gran parte de los militantes del PRI, con lo que se dividió este partido.

Y ahora, antes que reconocer las causas reales de su derrota, algunos priistas le echan la culpa a los supuestos traidores. Destacando como tales a Magaly Achch, a su hija Candy Ayuso y a Leslie Hendricks, quienes no merecen tal calificativo ...,

Lo que a los priistas les corresponde hacer es unirse y trabajar, porque calificar como traidores a quienes no lo son y tratar de quitar a Raymundo de la presidencia, aun en contra de la decisión de Ochoa Reza, no solo no es solución, sino que con ello solo lograran mayor división.

Gracias por su atención, les envío mi abrazo afectuoso.

Mario Villanueva.
Noviembre 7 de 2016.


1 comentario:

  1. Morena con Manuel Lopez Obrador se sigue apuntando ante la inconformidad de muchos ciudadanos con el tan esperado cambio, ruego porque antes de ello Carlos Joaquin logre mostrar al pueblo que si estuvo cierto en votar por el.De lo contrario todos esos ciudadanos se volcarana a votar por Morena.

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